La hermosura del silencio que espera el !kikiriki! despertador del gallo mañanero; y que un día en vez de gallos *serán trompetas* de júbilo, por el Novio que viene a casarse con Su Novia.
La hermosura de *ver lo que no se ve*, pero que *en cualquier momento se verá*: me llama mucho la atención como cristiano, puesto que por mucho que intento imaginar (y eso que tengo mucha imaginación “humana”, pero ni de cerca, me asomo a la realidad que ocurrirá cuando salga El Sol de Justicia, la LUZ de CRISTO, Luz para las naciones, para las gentes, para los pobres de espíritu, porque de ellos es el reino de los ciegos…
Desdemiescritorio.com Juan Carlos Vargas