El CATASTROFISMO
El catastrofismo.
Catastrofismo no es más que tener casi siempre la certeza de que lo peor es lo que va a ocurrir..
Es una forma muy común de los seres humanos, de esperar, con temor, lo que “pensamos” nos habrá de ocurrir. Es dar rienda suelta a lo que nuestra mente (en su gran imaginación) da como cierto y verdadero.
La verdad es que las cosas más comunes que nos ocurren son las cosas ordinarias. Lo ordinario es lo más frecuente y lo extraordinario es, casi axiomáticamente, lo menos frecuente y aún así, generalmente, es lo primero y a veces lo único en que pensamos.
La persona que tiene un pensamiento catastrófico ante cualquier resfriado piensa que es una bronquitis, ante cualquier aumento de brisa, piensa que es un ciclón grado IV, ante cualquier temblor, (la mayoría de las veces, inofensivo), piensa que todo el edificio se va a caer encima y en esa “certeza” sale corriendo despavorido y muchas veces ese salir corriendo es la causa de que ocurra el verdadero evento catastrófico.
El pensamiento catastrófico es humano ya sea porque nos lo han enseñado o porque lo hemos aprendido debido a casos extremos que hemos tenido cerca de nosotros o peor aún que nos han contado que le ha ocurrido a alguien en específico, y resulta que pensamos y damos por hecho que nos ocurrirá lo mismo a nosotros; pensamientos recurrentes que nos amargan el presente sin conocer realmente que ocurrirá en el futuro.
El catastrofismo es creerle a nuestra imaginación, y como decía Santa Teresa de Ávila: la imaginación es la “loca de la casa”.
“La imaginación es tan tirana que se encarga de deformar situaciones y alterar nuestras ideas. Es parecida a un caballo desbocado y tan inquieto como las alas de una mariposa.
Agrandadora de sufrimientos
Se atrevía a decir que alrededor de un 90 por ciento de los sufrimientos eran agrandados o deformados por el cruel dominio de la imaginación.
La imaginación, te hace cargar sobre tus hombros el peso de una montaña, cuando en realidad es un grano de
Creadora de fantasmas
Nos genera temores o miedos que nunca se van a producir, pero que dominan permanentemente nuestras vidas.
Muchas veces, sabemos concientemente que no van a suceder, pero igual nos dejamos llevar por ellos.
Estos fantasmas perjudican notablemente nuestra convivencia o interacción social. Pueden llegar a destruir afectos, amistades y excelentes vínculos.”
Además el catastrofismo es sinónimo de falta de fe de falta de confianza, de falta de pensar que nuestro Dios siempre va adelante y cuida de nosotros de tal manera que superemos muchas de las pruebas que el destino nos depara nos separará y en el peor de los casos, en el que él en su santa voluntad decida que es momento de estar con él, confiar en que él sabe lo que nos conviene en todo tiempo y lugar mucho más de lo que nosotros podremos pensar humanamente que es realmente lo que nos conviene.
Hemos oído tantas veces que cada día le basta su propio afán que Dios viste a los lirios del campo y de comer a las aves del cielo; hemos leído tantas veces que ya ves protege la suerte de los gustos y sin embargo como los apóstoles en la barca Casi siempre estamos despertando a JESUS Señor despierta no ves que nos hundimos. Lo que hunde nuestra barca no es el agua que está fuera de ella si no el agua que permitimos que entre a nuestra barca que aumente el peso de la misma y que nos lleve a las profundidades, ahí está el kit de asunto tener una fe arraiga en la roca que nos salva parecida a la fe de Abraham parecida a la fe Moisés parecida a la fe de los profetas parecida a la fe de los apóstoles parecida a la fe De los Santos y de los Mártires que confiaron súbita al señor.
El señor cuida nuestra casa espiritual si el señor no construye el edificio en vano se afanan los albañiles, si el señor no monta guardia en vano se afana el centinela.
Hermanos, queridísimo del corazón de mi corazón evitemos todo pensamiento catastrófico evitemos todo pensamiento que nos acongoje nos entristezca el espíritu nos hunda en la congoja y tengamos fe en que el señor siempre está aunque parezca que a veces no esté el siempre está con nosotros nos cuida nos alimenta nos protege nos provee nos guárdanos sirve Nos acompáñanos nos alimenta nos da de beber nos bautiza en su espíritu nos da nuevas fuerzas y nos da la fe de saber que él es nuestro Dios y señor y que hasta los cabellos de nuestra cabeza él sabe y conoce cuántos son
El señor protege la suerte de los justos.
No al catastrofismo y si a la fe expectante de qué ya ves ese babor nuestro seda y nuestro Adonay Dios de cielo y tierra que nos gobierna con equidad y rectitud siempre gobernará y reinará en un Reeno sin fin y nos tiene preparados según su plan de salvación una morada Donde habitaremos con él para siempre.
En Cristo
Juan Carlos