La Vida para la que fuiste
creado.
- Pastor Rick Warren
“Fuimos oprimidos y agobiados más allá de nuestra capacidad de aguantar y hasta pensamos que no saldríamos con vida. De hecho, esperábamos morir; pero, como resultado, dejamos de confiar en nosotros mismos y aprendimos a confiar solo en Dios, quien resucita a los muertos”. 2 Corintios 1:8b-9 (NTV)
El último paso para crear más margen en tu vida es hacer menos y confiar más en Dios.
¿Por qué deberías hacerlo? Porque Dios puede hacer más en 20 minutos que tú en 20 años.
Algunos de ustedes han tenido algunas metas y sueños por los que se han estado esforzando, luchando, trabajando, corriendo año tras año, y todavía no han logrado cumplirlos. ¿Por qué no retrocedes un poco? Relájate. Cálmate. Confía en Dios. Mira lo que Él puede hacer. Él puede hacerlo mucho más rápido y mucho mejor que tú.
El único beneficio de estar estresado y sobrecargado es que te obliga a confiar en Dios. Te pone de rodillas y te das cuenta de que estás contra la pared, sin fuerzas, sin energía.
Una vez que el apóstol Pablo llegó al agotamiento. Estaba en Asia, trabajando y sirviendo. Ya estaba listo para ¡tirar la toalla!
Dice en 2 Corintios 1:8-9: “Fuimos oprimidos y agobiados más allá de nuestra capacidad de aguantar y hasta pensamos que no saldríamos con vida. De hecho, esperábamos morir; pero, como resultado, dejamos de confiar en nosotros mismos y aprendimos a confiar solo en Dios, quien resucita a los muertos” 2 Corintios 1:8b-9 (NTV).
Dios puede hacer lo que tú no puedes hacer. Jesús no dijo: “Si estás ocupado, puedes mover montañas”. No dijo: “Si trabajas muy duro y te estresas mucho, puedes mover una montaña”. Dijo que si tienes fe, puedes mover montañas (Mateo 17:20). La fe, no el afán, es lo que obra.
Entonces, ¿cuál es tu montaña? ¿Cuál es el problema de tu vida que necesitas mover? ¡Deja de hacer tanto! Haz menos y confía más en Dios.
Ora así hoy:
“Padre, he vivido sin margen en mi
vida durante tanto tiempo, que apenas
recuerdo lo que es no sentir fatiga o
presión todo el tiempo.
Creo que la fatiga es la forma normal en que debo vivir y sentirme, pero no es así. Estoy cansado de ir con prisas, llegar tarde y estar agotado todo el tiempo. Tengo demasiados hierros en el fuego y necesito tu ayuda para salir del lío en el que me he metido. Ayúdame a reconocer y aceptar mis limitaciones. Ayúdame a poner espacio en mi agenda. Necesito un respiro y margen en mi vida. Jesucristo, sé que no puedo hacerlo todo, y necesito tu sabiduría para decidir qué es lo que más me importa y lo que debo hacer. No quiero malgastar mi vida. Por favor, dame el valor para decir “no” a las cosas equivocadas y “sí” a las cosas correctas. Sobre todo, ayúdame a confiar en ti. Perdóname por pensar y actuar como si todo dependiera de mí. No es así. Todo depende de ti. Quiero tener más fe en ti y menos confianza en mí mismo. Quiero menos estrés y más margen en mi vida. En tu nombre te lo pido. Amén”.