Hay cientos o miles de expresiones que existen como parte de nuestras creencias “populares”
Una de ellas tiene que ver con pasar un día amargado, triste, fallido o en el que todas las cosas “salen mal” en ese caso de dice que uno se levantó con El PIE IZQUIERDO
Desde hace mucho tiempo, esta expresión popular que usamos habitualmente se ha relacionado con la “mala suerte” y con el “mal humor”; pero esta mala fama tiene su origen siglos atrás, debido al miedo y rechazo que sufrían los zurdos, ya que se consideraban como algo misterioso y fuera de lo normal.
COMO CURIOSIDAD, CABE DESTACAR QUE “IZQUIERDA” EN LATÍN ES “SINISTER” (DE DONDE SE DICE QUE PROVIENE LA ACTUAL PALABRA “SINIESTRO”).
Desde la tradición bíblica hasta los romanos, la “izquierda” ha sido sinónimo de mala suerte y de superstición. A su vez, en el siglo XIX ningún marinero subía al barco por babor (costado izquierdo de la embarcación), aun siendo más cómodo que hacerlo por estribor. ¿Por qué? Porque en esa época era impensable ir en contra de la tradición.
Por el contrario, la frase “entrar con el pie derecho” es conocida como algo positivo en el inicio de una actividad (por ejemplo: un trabajo, una relación, estudios, etc.). Su origen se remonta al entorno eclesiástico cuando se decía que los sacerdotes debían entrar al altar con el pie derecho, ya que según el catolicismo, al Paraíso se entraba por el camino de la derecha y con dicho pie. A esto se le suma lo comentado anteriormente del rechazo a los zurdos y a la “izquierda”.
Pero a día de hoy, para nosotros los creyentes que somos practicantes en la fé en Jesucristo, no existe (o no debería existir) ese tipo de superstición, pues nosotros no nos importa levantarnos con tal o cusl pie…nosotros nos despertamos, nos levantamos, vivimos los días, las noches y las madrugadas: ” CON LA MANO DE DIOS Y SU GRAN BENDICION”
Y desde el despertar y abrir los ojos, llenar de aire mis pulmones y decirte que otro día más me levanto, oo con el pie derecho, sino: “CON LA MANO DE DIOS Y SU BENDICION”.
Y hay una diferencia enorme entre la primera y esta última, La Mano de Dios, así como su Gran Bendición, son reales, son necesarios, son fuente de fortaleza y de gracia para todo cristiano.
Despertarse bajo su amparo, nos libra del mal, nos fortalece en la tribulación, nos da una esperanza nueva en una tierra nueva y un cielo nuevos…nos da NUEVA VIDA.
Quiero despertarme así cada mañana, poniendo en El mi día, mis horas, mis minutos y mis segundos, sabiendo que no es una mano cualquiera, sino la mano Fuerte del Dios de los Ejércitos, y la mano tierna de quien se proclamó así mismo: “YO SOY EL BUEN PASTOR”; y despertarme cada mañana no sólo con la bendición de los míos, sino con su GRAN BENDICION: La Bendición de quien sabe …”CUANDO ME LEVANTO…” Salmo 139,1-2. Dios me examina, pero más aún DIOS ME CONOCE…a todos, PERO A MI; a mis hermanos, PERO A MI; a mi familia, PERO A MI, etc.
No es esto maravilloso, No es esto conmovedor, No es esto extraordinario, etc., entonces no digas mas que te levantaste con tal o cual pie…sino “CON LA MANO DE DIOS Y SU GRAN BENDICION”
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