Más Papistas que el PAPA
09 de agosto de 2023
“La Virtud está en el medio y los extremos son perniciosos”
Aristóteles
Para los seres humanos pensar y actuar, después de adoptar posiciones extremistas, es bastante fácil y tendencioso. Podríamos decir que es un tema ontológico y, por tanto, que atañe al propio ser.
Ha sido parte del arquetipo de pensamiento y actuación de muchos de nosotros; el ser cuadrados, extremistas y por qué no?, perfeccionistas, lo que, como me dijo no hace mucho un famoso terapéuta, lleva consigo implicita una dosis de narcisismo. Lamentablemente, esta conducta de comportamiento, lleva a la crítica, a la murmuración, y al sufrimiento, ya que siempre exgimos y esperamos más de nosotros y de los demás. Y no estoy hablando de un espíritu de superación (que deberíamos de tener todos, dentro de la realidad de cada uno); eestoy hablando de sentirme superior al prójimo, sólo porque mis pecados son diferentes a los suyos.
Por otra parte, he sido un lector bíblico desde hace muchos años y conozco desde mi niñez las Escrituras, aunque muchas veces (a pesar de conocerla) me traiciona mi manera de pensar tan “extrema”
Fué de gratísima sorpresa leer uno de los últimos discursos de su SS PAPA Francisco, en la recién finalizada #JornadaMundialdelaJuventudLisboa2023, y sentir, una vez mas, las Palabras de UN BUEN PASTOR, por la manera que habló; con libertad, con autoridad, con veracidad.
Tengo que confesar que SS Francisco, me enamora cada vez más y más; sus palabras, sus pronunciamientos, sus discursos, tan actuales, tan ciertos, tan ajustados tanto a la verdad comoa nuestros tiempos…pero sobre todo, TAN HUMANO.
Nos decía el PAPA: “Somos comunidad de hermanos y hermanas de Jesús, hijos e hijas del mismo Padre. Amigos, quisiera ser claro con ustedes, que son alérgicos a la falsedad y a las palabras vacías: en la Iglesia hay espacio para todos, para todos. En la Iglesia ninguno sobra, ninguno está de más, hay espacio para todos. Así como somos. Todos. Y eso, Jesús lo dice claramente cuando manda los apóstoles a llamar al banquete de ese Señor que lo había preparado. Dice: “vayan y tragan a todos”: jóvenes y viejos, sanos y enfermos, justos y pecadores. Todos. Todos. Todos. En la Iglesia hay lugar para todos. Padre, pero hoy soy un desgraciado, soy una desgraciada, ¿hay lugar para mí? Hay lugar para todos. Todos juntos, cada uno en su lengua… cada uno en su lengua repita conmigo: todos, todos, todos. No se oye, otra vez: todos, todos, todos. Y esa es la Iglesia, la madre de todos. Hay lugar para todos. “El Señor no señala con el dedo, sino que abre sus brazos”; es curioso, el Señor no sabe hacer eso, sino que hace esto. Nos abraza a todos. Nos muestra Jesús en la cruz, que tanto abrió sus brazos para ser crucificado y morir por nosotros. Él nunca cierra la puerta, nunca, sino que te invita a entrar. Entra y ve. Jesús recibe, Jesús acoge. En estos días, cada uno de nosotros transmite el lenguaje de amor de Jesús. Dios te ama; Dios te llama. Que lindo que es esto. Dios me ama, Dios me llama. Quiere que esté cerca de Él,
He leído infinidad de veces quee en el Evangelio según San Mateo Capítulo 9, versos 12 y 13, que: “El vino a los enfermos, pués los sanos no necesitan médico”;Jesús, que había oído, respondió: “No son los sanos los que tienen necesidad del médico, sino los enfermos. Vayan y aprendan qué significa:
‘Yo quiero misericordia y no sacrificios’. Porque no he venido a llamar a justos, sino a pecadores”.
Hoy, en nuestra sociedad, ¿quién es marginado y quién es excluido? ¿Por qué? En nuestra comunidad ¿tenemos ideas preconcebidas? ¿Cuáles? ¿Cuál es el desafío que las palabras de Jesús (y de su representante en la tierra), nos presenta?
Y No quiero que se entienda que ESTOY DE ACUERDO CON EL PECADO…no puedo estarlo, como Cristo tampoco lo está! Estoy hablando de la persona, del pecador, del que es “diferente a nosotros”, del que tiene otros hábitos de vida…del desgraciado de la esquina…del vicioso impenitente, etc.
Otro día hablaré sobre el “Juicio”, esa tendencia fariseica a “juzgar”, y a considerarnos mejores que muchos de los que nos rodean, quedémonos por ahora con que:
EN LA IGLESIA DE DIOS HAY UN LUGAR PARA TODOS y, cuando no haya, por favor, esforcémonos para que haya―, también para el que se equivoca, para el que cae, para el que le cuesta.
JC