Esta es una reflexión para nuestros tiempos, para el hombre, la mujer, los hijos ocupados, etc., pero sobre todo para los padres de familia que están muy ocupados, con largas jornadas de trabajo, con trabajo o reuniones después del trabajo; con múltiples responsabilidades, asignaciones y roles qué cumplir.
Y aquellos que van pensando: “este tiempo de largas horas de trabajo pasará pronto”; sin embargo, no es infrecuente verlos salir de un trabajo con muchas responsabilidades, para entrar a otro con mayores responsabilidades, eso si, con un paquete de dinero y facilidades, jamás tenido antes. Ellos piensan para si mismos: “ahora si que podremos tener esos magníficos 15 días de vacaciones qué siempre hemos soñado”
Pero el año tiene 365 días, y, estar presentes solo 15, nunca compensa.
Recuerdo que cuando regresamos al país después de realizar nuestros estudios de especialidad, las cosas empezaban a marchar, desde el punto de vista económico. Sin embargo, leí en el periódico que un laboratorio internacional muy prestigioso estaba buscando un DIRECTOR MÉDICO para República Dominicana y el Caribe (con asiento en RD).
Fui a mi entrevista y creo que le causé buena impresión. Me llamaron a una segunda y a una tercera entrevista… cuando le comenté a algunos íntimos, me dijeron que el interés de la Corporación era real. Y así fué, el Joven contratado externamente por la empresa, me confesó que le interesaba como candidato número 1.
Me explicó el paquete de beneficios y eché números (en mi rápida cabeza) y pensé que me están adelantando “mi futuro” económico, en más de 5 años.
El trabajo tenía grandes “ganchos” y es porque es muy difícil que “te paguen mucho* por “hacer poco”.
Primero, debía, o mejor dicho tenía, que dejar de ver pacientes (algo que sentía en el alma, porque estudié Medicina para ver pacientes); pero aún faltaba el 2do plato: “tenía que viajar dos semanas si y dos no” pues iba a tener responsabilidad de toda Centroamérica hasta Panamá.
Mi respuesta no se hizo esperar: “Sr. X, usted no me está comprando unas horas, usted me está comprando la vida”!.
Tengo 1 esposa joven, 1 hija pequeña y otro recién nacido… ¿Donde estaré cuando salgan sus primeros dientes, diga su “primer papá”, de sus primeros pasos, etc.? Lo siento, pero, a este ritmo de vida, puedo ver la posibilidad de que hasta me divorcie. Lo siento mucho pero no puedo aceptar este trabajo, le agradezco sobremanera haber pensado en mi.
Las últimas palabras de esa entrevista fueron” DR. Vargas, el 90% de los médicos dominicanos habrían aceptado el trabajo… a esto respondí… es que yo pertenezco al otro 10%.
Llegué a casa, aún con la duda de si habría hecho bien, lo compartí con Patricia y con mi grupo íntimos de la Comunidad Religiosa a la que pertenecemos, ¡todos me animaron!, dormí bien esa noche y las demás noches también.
Recibí una carta cálida del Sr. X, agradeciendo mis palabras y mis respuestas, no sin antes afirmar qué estaría a mi orden para algunos proyectos futuros que pudiesen aparecer.
A los pocos años me enteré que la persona que había ocupado el puesto, lamentablemente, se había divorciado.
Gracias a Dios por darme sabiduría y un fino discernimiento de su voluntad para mi vida y así poder servir muchos años en el grupo de ancianos de mi comunidad religiosa, y sobre todo a mi familia, donde pude pasar no solo calidad sino cantidad de tiempo.
JC
“Presta especial atención a los miembros de las familias de los miembros”.
Gálatas 6,10
Por Pastor Rick Warren
La Biblia dice en Gálatas 6, 10: “Prestad especial atención a los miembros de la familia de los miembros”.
¿Por qué, entonces, los miembros de la familia de Dios reciben una atención especial?
Porque todo aquello a lo que prestes atención crecerá. Si cuidas tu jardín, crecerá. Si prestas atención a tus hijos, crecerán. Si prestas atención a tu matrimonio, crecerá. Si prestas atención a tu trabajo, crecerá.
¿Cuál es el mayor regalo de amor? No son diamantes, flores o chocolate. El mayor regalo de amor que puedes hacer es prestar atención.
Puedes confirmar a la gente simplemente mirándola a los ojos, diciéndole esencialmente “me gustas”.
Lo que tienes que decirme es importante para mí, porque tú me importas. Lo que más desea la gente es atención. Quieren saber que sus pensamientos importan, que sus vidas importan, que tienen valor.
El centro de las relaciones no es lo que hacemos el uno por el otro o lo que nos damos el uno al otro. El núcleo de las relaciones es cuánto de nosotros mismos nos damos unos a otros.
No sabes con cuántos hombres he hablado y me han dicho: “”No lo entiendo. Le doy a mi familia todo lo que necesita. Le doy a mi mujer todo lo que necesita. Doy a mis hijos todo lo que necesitan. ¿Qué más quieren?”
¡Te quieren a ti! Quieren tu tiempo. Quieren tu atención. Quieren tu atención. Quieren saber que piensas que son importantes. Nada puede sustituir al tiempo.
Busca oportunidades para mostrar interés por las personas de tu vida. Es el mayor regalo de amor que puedes hacer. Pero no esperes a que ocurra; debes crear una oportunidad para mostrar atención.
Si tienes que ajustar tu horario, hazlo. Si tienes que renunciar a tiempo de Netflix, hazlo. Si eso significa posponer las tareas domésticas, hazlo. Si tienes que hacer un sacrificio, hazlo. Haz lo que sea necesario para prestar atención a tus relaciones. Es esencial para su crecimiento.
Háblalo
- ¿¿Qué tipo de atención crees que Dios quiere que prestes a las personas que no pertenecen a la familia de creyentes?
- ¿Cómo puedes prestar más atención y concentrarte más en el tiempo que pasas con la gente?
- ¿Qué cosas te quitan tiempo para cultivar tus relaciones?