Se llama modernamente Resiliencia, a la capacidad de adaptarse bien a la adversidad, a un trauma,una
amenaza, una tragedia o algunas fuentes de tensión significativas. Es la capacidad que tiene el ser
humano para sobreponerse a circunstancias de adversidad en su existencia.
El gran pastor Rick Warren, (VIDA CON PROPOSITO) Nos dice a propósito que “Las Personas Resilientes Saben Mantener la Calma”
“Muy de mañana, cuando aún estaba oscuro, Jesús se levantó, salió de la casa y se fue an un lugar solitario, donde oraba.”, Marcos 1,35
El secreto para superar el estrés es precisamente lo que pocos cristianos hacen: pasar tiempo a solas con Dios. No obstante, estamos conscientes de que para formar un espíritu resistente y manejar el estrés crónico, esta práctica espiritual es indispensable. Forma parte de las muchas contradicciones en la vida de los Cristianos, que aún sabiendo donde está el remedio, preferimos enfermarnos y seguir enfermos. SI JESUS ES NUESTRA ROCA FIRME. ENTONCES, ¿POR QUE NO ESTAR ASIDOS A EL?
Una de las mejores maneras de aliviar el estrés es rezar. Es una cámara de descompresión en la que puedes desprenderte del estrés de mantener las apariencias y estar a la altura de las expectativas de los demás. Es una forma de soltar tus cargas y reconocer que no puedes llevarlas tú solo. Aquí es donde recuerdas que Dios está listo y dispuesto a ayudarte con cualquier cosa estresante que encuentres en la vida. Es un cataclismo.
¿Cuál es el proceso de formación del hábito de estar a sólas con Dios? Los hábitos son el resultado de la repetición y de la práctica. Hasta que las cosas no se hacen de forma repetida y no se convierten en algo habitual y consistente, no se consideran un hábito.
Jesús adquirió hábitos y pasiones espirituales. Según Lucas 22:39, “…era costumbre para Jesús salir de Jerusalén e ir al Monte de los Olivos, el otro lado del valle, para orar. En Marcos 1:35 se señala: “Muy de mañana, cuando aún estaba oscuro, Jesús se levantó, salió de casa y se fue an un lugar solitario, donde oraba”
Jesús estaba convencido de que, debido a su gran preocupación, necesitaba tiempo para orar en compañía única de Dios. ¿Has tenido, alguna vez, un momento como este en ha vida? Has podido enlentecer el ritmo de tu vida y permanecer en silencio ante DIOS de manera que puedas reflejarlo a El y renovarte a tí mismo? Tienes que convertir en un hábito el pasar tiempo con Dios si quieres llegar a ser una persona resiliente.
Mientras la Fama sobre las palabras y la persona de Jesús corría rápidamente y las multitudes se acercaban para escucharlo, EL estableció el hábito de estar a solas con su Padre Dios. “Jesús se escapaba a menudo para estar a solas y poder orar,” Lucas 5:15-16. Considere cuánto más debemos hacerlo nosotros si el mismo Jesús sentía la necesidad de alejarse frecuentemente de la multitud para estar a solas con su Padre Dios.
Debido a que el rüido matutino a menudo es causa de stress para el alma, deberías comenzar tu mañana en contacto con Dios en vez de con tu teléfono, televisión, radio, noticias o involucrándote directamente en las redes sociales. Construye el hábito y acostúmbrate a pasar tiempo en la presencia de Dios y meditando en Su Palabra. Permanece tranquilo, callado, y con tu mente y tu corazón abiertos a la obra que Dios quiere hacer en ti. Date tiempo para la escucha.
Siempre que puedas pregúntate:
1. Para estar más motivado a seguir disciplinas o hábitos espirituales, ¿cómo puedo pensar en ellos de forma diferente?
2. ¿Qué impide que en la presencia de Dios mi cuerpo y mi mente estén tranquilos y silenciosos?
3. A menudo, soy reacio a realizar los cambios significativos que podrían conducir a una mayor diligencia en mi tiempo de
silencio. ¿Qué implica para mi dar esos grandes pasos?